Nada mejor que iniciar el año con un emocionante juego de futbol americano colegial, entre la Universidad del Sur de California y la Universidad de Penn State, en la edición 103 del Tazón de las Rosas.
Desde el inicio de la contienda, ambas escuadras se mostraron sumamente eficientes, siendo el conjunto del Sur de California quien se mostraría mucho mejor en la primera mitad del juego, ya que en el primer cuarto del encuentro anotarían 13 puntos sin respuesta de los Leones de Nittany de Penn State.
Para el segundo cuarto, la ofensiva de Penn State hizo los ajustes necesarios y empezó a funcionar, anotando rápidamente 21 puntos por sólo 14 puntos de los Troyanos del Sur de California, yéndose al medio tiempo con un marcador de 27 puntos a favor de USC por 21 de Penn State.
El tercer cuarto no iba a decepcionar, y como se dice en el argot del futbol americano, es el cuarto de los campeones, ya que el equipo de Penn State regresaría muy motivado y rápidamente lo reflejarían en el marcador, toda vez que en un hecho histórico, el conjunto de los Leones de Nittany anotarían 21 puntos en tan solo 33 segundos, sin respuesta alguna por parte de los californianos.
Propios y extraños se encontraban sorprendidos con dicho marcador, ya que los cartones marcaban una diferencia de dos anotaciones en favor de Penn State y no creían que USC se fuera a levantar de tal adversidad.
No obstante, el equipo Troyano nunca bajo la cabeza ni se dio por vencido, y al inicio del último cuarto, entrenadores y jugadores hicieron los ajustes necesarios y, nuevamente empezó a carburar la ofensiva californiana, conduciendo de manera épica el mariscal de campo de los californianos a dos anotaciones de seis puntos, junto con una conversión de dos puntos y el respectivo punto extra de la última anotación, para emparejar los cartones a 49 puntos.
Por obvias razones la situación estaba candente, nada estaba escrito, la moneda estaba en el aire y el juego podría quedar en manos de cualquiera de las escuadras.
No obstante, el entrenador de Penn State trato de mantener la calma pero erróneamente decidió mandar a su mariscal de campo una serie de jugadas por pase, lo que hizo sumamente predecible la ofensiva de los Leones de Nittany, y en uno de sus pases lanzados, el quarterback fue interceptado por el conjunto californiano.
El público no lo podía creer, era la locura en el Rose Bowl de Pasadena, ahora tenía todo el equipo de USC para consagrarse campeón de la edición 103 del Tazón de las Rosas, solo era cuestión de mandar las jugadas adecuadas, y obvio, saber manejar el reloj de juego.
Y efectivamente, así fue. Los Troyanos empezaron a avanzar por carrera poco a poco a fin de no arriesgar el balón y poder acercar a su pateador de goles de campo al rango de distancia optimo para asegurar la victoria.
Faltando solo 5 segundos de juego, una vez que le acercaron el balón al pateador, con los nervios que implica un juego de este nivel y la presión del equipo contrario, el sujetador le da la voz de salida al centro y este se lo coloca al pateador para que este último hiciera magistralmente el resto, anotar el gol de campo con el cual derrotaría al conjunto de Penn State, y en un final cardiaco el conjunto de la Universidad del Sur de California se lleva el triunfo con un marcador de 52 - 49.
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