Entendemos que viajar no es siempre lo más sencillo de hacer.
Entre revisar tu equipaje, y en estos días cuidarte de que no dejen algo extraño en el mismo, el control de pasaportes, y para colmo peleando para sacar ese olvidado (pero caro) perfume de tu equipaje de mano en un esfuerzo por evitar que te lo avienten a la basura es complicado.
Y cuando finalmente subes al avión, colocas tus pertenencias, tomas tu asiento donde espacio para las piernas es un mito, y además te cuidas de no hacer contacto visual con el de a lado porque sabemos que una mueca significaría que te cuente la vida de su perro durante el transcurso del vuelo.
Se comprende perfectamente.
Pero esto de ningún modo se puede aceptar:
Dante Ramos, periodista en el Boston Globe publicó en su cuenta de Twitter:
Felicidades a la joven de la cola de caballo ubicada en el asiento 22B. Acabas de inventar una forma de ser de lo peor a 35.000 pies.
Por supuesto el apoyo hacia Dante no se hizo esperar, recibiendo sugerencias para atacar la molestia como pegarle un chicle en el cabello, o pedir dos cafés uno para el y otro para el cabello de la chica, incluso hacer uno de una rasuradora eléctrica para perros.
Después de esto Dante comentó que sorprendida por su descuido la chica arregló el problema.
¿Qué hubieras hecho en su lugar?
No hay comentarios:
Publicar un comentario